
Pero volviendo al asunto de los aviones que el Zorro Filoso abordó en sus primeros vuelos. Hagamos un poco de historia acerca de este avión.
El de Havilland Comet fue el primer avión comercial a reacción del mundo, siendo producido en serie desde 1950. Para muchas personas de esa época, el Comet fue el emblema de la industria aeronáutica inglesa. Le llevó años de ventaja al diseño estadounidense, ya que Boeing produjo su 707 hasta 1954 y McDonnell hizo lo propio con su DC-8 en 1955.

La línea de diseño europea se notaba en todo el avión. Delgado, alargado, con limpieza aerodinámica, mostraba lo mejor de los avances tecnológicos de los años 50’s. Su construcción era totalmente metálica, con ala baja en cantilever (en voladizo) y los cuatro motores a reacción ocultos dentro del ala y cercanos al fuselaje. Esto daba una impresionante caída en la resistencia aerodinámica, pero ofrecía inconvenientes estructurales y de seguridad.
La tripulación de vuelo comprendía un piloto, copiloto, ingeniero de vuelo y navegante. Lo más novedoso era la cabina de pasajeros presurizada, que daba más confort al pasaje, permitiendo un vuelo sin las molestias de vuelos bajos y turbulentos.

La primera versión comercial, el Comet 1, era operado principalmente por BOAC a inicios de los 50’s.
Era toda la sensación del momento.
Pero...
El año 1954 fue catastrófico para el hermoso Comet 1.
Primero, el 10 de Enero de 1954, 20 minutos después de haber despegado de Roma, el vuelo 781 de BOAC explotó en el aire matando a sus 35 pasajeros y tripulantes. En un inicio se sospechó de un mal funcionamiento de los motores, ya que estando casi dentro del fuselaje eran susceptibles de provocar daños mayores en el fuselaje en caso de fuego o alguna falla catastrófica.
El Comité de Seguridad inglés estableció mejores procedimientos y motores, pero unos meses después, el 8 de abril de ese mismo año, otro Comet 1 se desintegró en el aire.
La historia completa del vuelo 781 de BOAC la pueden ver en los siguientes videos.
Están en inglés, no pude encontrarlos en español.
El Comet fue rediseñado en tres versiones. La última fue la 4C, cumbre del diseño de este avión, con un fuselaje más largo, motores más poderosos y un par de tanques de combustibles auxiliares en las alas que lo identificaban inmediatamente entre el público y el pasaje.
El viaje fue a propósito para que pudiera irme informando sobre los requisitos de ingreso a la ESIME. Yo cursaba la preparatoria y deseaba estudiar ingeniería aeronáutica como diera lugar. Así que con algunos sacrificios de mis padres, consiguieron el boleto de viaje redondo y mis tíos del DF me podrían dar hospedaje.

Llegamos al viejo y pequeño aeropuerto temprano, llevando una maleta. Me tomaron mis datos, llegado el momento me despedí de mi familia y subí la escalerilla del avión. Recuerdo la cabina angosta, con hileras de 5 en fondo, 3 y 2 asientos a cada lado del pasillo central.
Una aeromoza me llevó a mi asiento, en la ventanilla y me senté emocionado. Cerraron las puertas, los motores arrancaron y nos dirigimos a la pista. Fue emocionante ver como el suelo se alejaba rápidamente y escuchar todos los ruidos del avión.
El despegue debió ser algo parecido a esto.
El vuelo duró unas cuatro horas. Entre las emociones del vuelo y la turbulencia que encontramos me mareé, estando a punto de provocar un desaguisado en la cabina. Pero nada sucedió por fortuna.
Llegué al aeropuerto del DF, asombrado por la gran cantidad de aviones que veía por la ventanilla del Comet. ¡Veía de cerca las aeronaves que solo había visto en revistas! ¡Ah, que inocentes ojos de muchacho!

- - - - -
Esta canción se mantiene como emblemática de los 70’s, a pesar del paso de los años.
En los días de mi primer viaje al DF ya era escuchada una y otra vez en las estaciones de radio de Calexico y El Centro, ciudades estadounidenses vecinas a Mexicali. Durante los descansos de clases en la prepa la escuchábamos en la cafetería o por la radio en el trayecto en automóvil a casa.
El sentimiento anti-yanqui se hace evidente, aunque el grupo canadiense The Guess Who, autor de la canción y melodía, haya tratado de deslindarse de ese tema.
Desde la primera vez, cada vez que la escucho, me hace recordar esa época juvenil despreocupada, tan dada al maniqueísmo y la visión romántica del mundo real. Aún así, al volverla a escuchar y postearla, mi pulso se acelera. Quisiera tener la versión de Guitar Hero World Tour y sorprender a mis hijos ante esa demostración musical.

- - - - -
El vuelo de regreso fue de nuevo en un Comet. Pasaron varios años antes de que pudiera volar de nuevo, esta vez en un Boeing 727-100.
De los Comet, los últimos les vi durante años, en mis visitas al aeropuerto para tomar clases en el CIACC, casi desguazados en las plataformas remotas del aeropuerto del DF. Uno tenía colores ocres y el otro azules. De pronto por 1979, ya solo vimos uno, el de tonos azules. Le tomé una foto lejana y acompañado de algunos compañeros de la carrera fuimos a verlo de cerca. Era prácticamente el cascarón. No tenía sus magníficos motores Rolls-Royce Avon, sus instrumentos de vuelo, asientos, etc.


Actualmente hay un solo Comet 4C en operación en el mundo, el ‘Canopus’, que tiene carreteos de exhibición pero que nunca levantará el vuelo. (Ver video más arriba)
Un final poco glamoroso para una aeronave gloriosa.