Han pasado semanas sin que pueda escribir algo a los amables visitantes de la Guarida. Pretextos hay muchos, explicaciones y argumentos también, pero la poca asistencia del Zorro a su Guarida ha sido motivada por situaciones personales y de trabajo.
A todos los visitantes que continúan visitando la Guarida, mi más encarecido reconocimiento a su empeño e interés.
Hace unos días, recordando las anécdotas familiares acerca de los discos LP que estoy digitalizando, recordé el primer vuelo del Zorro Filoso. No me refiero al vuelo del recién nacido Zorro, que voló con su mamá desde su natal Hermosillo a Mexicali, en un flamante cuatrimotor DC-6. Aún mi madre conserva mi pase/boleto, donde menciona a un recién nacido. No, ese vuelo no lo recuerda el Zorro Filoso, su mente aún no cobraba su plena conciencia.
El primer vuelo del Zorro, siendo apenas un recién nacido, fue en un DC-6 como este.
El primer vuelo consciente se llevó a cabo en Mexicali, en el año de 1967. Mis padres participaban en el Movimiento Familiar Cristiano (MFC), y entre los eventos que realizaban hubo una rifa de un vuelo sobrevolando Mexicali. Mi padre inmediatamente compró su boleto, pensando precisamente en mí, que ya estaba entusiasmado en estudiar alguna disciplina aeronáutica.
Grande fue la emoción de mi padre al ser el ganador del vuelo aquel. Así que llegó a casa muy alegre y me comunicó nuestra buena suerte. El vuelo se llevaría a cabo precisamente al sábado siguiente.
Llegado el día fuimos al aeropuerto, en aquellos años situado a unas cuadras de la casa, en lo que hoy son las instalaciones de la Ciudad Deportiva, y nos encontramos en la Terminal con el capitán Miller, un piloto mexicalense muy conocido.
Después de los saludos me dijo que lo siguiera y entramos a la plataforma, donde me encontré con un Piper Super Cub, que sería el avión donde me estrenaría como pasajero aéreo.
En un avión similar a este Piper Super Cub realicé mi primer vuelo.
Muy emocionado me subí al asiento posterior, a través de la portezuela abatible a la derecha del fuselaje. El piloto me ayudó a colocarme el cinturón de seguridad y luego subió él al asiento delantero.
El piloto procedió a encender el pequeño motor, de solo cuatro cilindros, y probó su funcionamiento. En aquellos años el aeropuerto no contaba con torre de control. Solo había un despachador de vuelos de MEXICANA, y solo trabajaba durante los vuelos comerciales de esa línea aérea.
Así que el piloto se dirigió a la cabecera de la pista, oteó el horizonte y aceleró la carrera para levantar el vuelo.
La escena del despegue debió ser parecida a este video:
Que maravilla es poder levantar el vuelo en una aeronave tan pequeña. Se siente uno sujeto a las fuerzas más dispares, la fuerza de gravedad que quiere mantenerte esclavo en la superficie terrestre, y las fuerzas aerodinámicas que te separan de esas cadenas gravitatorias.
Durante emocionantes minutos dimos dos vueltas al Mexicali de los 60’s. Sus numerosas calles aún sin pavimentar, cuando solo de extendía al sur hasta la glorieta Sánchez Taboada, hasta Pueblo Nuevo al oeste, y al este hasta el Lienzo Charro.
A lo lejos, veía al enorme Valle de Mexicali, con sus interminables campos agrícolas y envolviendo todo, como un vasto océano marrón, el desierto inhóspito y cruel.
Finalmente, la pequeña aeronave volvió a enfilar a la pista. Aterrizó calladamente y nos estacionamos de nuevo en la plataforma original.
Bajé más emocionado que antes, dando gracias al piloto. Me encontré con mis padres y hermanos en la pequeña terminal aérea, platicándoles todo lo que vi por los aires.
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La sexta de Beethoven ya la había escuchado, y visto, en la película Fantasia (1940), de los Estudios Disney, en una de sus varias restauraciones por 1956.
En dicha restauración aún se podía ver la imagen de una centaurita afro-americana. Desde la restauración de 1969, la centaurita negrita no aparece en la pantalla. Cosas de la “corrección política” estadounidense.
Diversas escenas donde aparece la centaurita-criadita-negrita en Fantasia.
Desde que vi la película me gustó la Sexta Sinfonía. Así que no me era extraña cuando mi padre recibió el disco de Columbia con la sinfonía completa.
Tampoco me es extraño el tercer movimiento, ya que me hace recordar la historia de mi primer vuelo, desde que llego a la plataforma hasta que regreso a ella.
III Movimiento: Allegro (Sinfonía No. 6 de Beethoven)
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De ese primer vuelo pasaron cuatro años, hasta que pude volar de nuevo en un viaje de vacaciones al Distrito Federal en un Comet 4C, también de MEXICANA.
El Comet 4C lo volaba MEXICANA desde 1960, pero no lo hizo a Mexicali sino hasta por 1969.
Ese vuelo..., es otra historia.
Palabras y Temas Tratados
viernes, 21 de agosto de 2009
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2 comentarios:
Interesante Zorro, yo nunca he volado. Tengo la curiosidad de qué se siente volar.
Soy forista del sitio de Paco Calderón, gracias a ello dí con tu maravillosos blog y el de Blue Knight.
He creado uno, apenas escribí la primera entrada. No soy muy dado a expresarme en público. Pero me gusta aprender de todo.
Un saludo
Gracias, Donner.
Aquí nos tendrás cada dos semanas, más o menos.
Nos vemos tambien en el Foro de Paco.
Saludos.
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